Todo esto comenzó cuando me di cuenta de la mala memoria que tengo para recordar las recetas. Empecé con un cuaderno, pero tenía varios inconvenientes: se me manchaba de aceite, si iba a cocinar a casa de mi madre o algún amigo ya no podía cocinar porque no me acordaba de la receta, además me daba pereza dar las recetas a la gente cuando me las pedían… Así que pensé en un blog que fuera sólo para mí, mi recetario. De esta manera, si alguien me pedía una receta yo le daba la dirección del blog y me quitaba de problemas, o si estaba fuera de casa cocinando podía acceder a mi blog y cocinar lo que fuera. Nunca pensé que esto fuera a llegar a lo que hoy es, ni que la gente me conociera por esto, y debo reconocer que me da un poco de vergüenza, porque no soy profesional y puede que en mis recetas haya cosas que no estén del todo bien, pero no por eso voy a dejar de hacerlo. Es mi blog de recetas y le tengo muchísimo cariño.
Nunca supe que me gustaba la cocina. Cuando compré mi primera y única cocina no era consciente de las horas que pasaría disfrutándola, por eso, no elegí bien el fregadero, la mesa de trabajo… Ahora me arrepiento de ello, pero me servirá para comprar la próxima. Cocinar empezó a gustarme un poco por obligación, por la necesidad de tener que hacerlo, no me disgustaba, pero no tenía ni idea. Sí, sabía hacer huevos fritos, tortilla de patatas, hacer ensaladas, cocer pasta (no como luego he aprendido con @annalibera)… Pero realmente lo que sí me gustaba era terminar de cocinar y decorar el plato. Aún sigo sin tener mucha idea, pero con el tiempo voy aprendiendo cosas. Ojalá pudiera dedicar más horas a la cocina, algunas veces pienso que me hubiera gustado trabajar en esto, pero no podría imaginarme dejar lo que realmente es mi pasión: el diseño y la maquetación web. Así que cuando me queda tiempo, intento meterme en la cocina con la cámara de fotos a inventar algo nuevo.
No voy a negar haber tirado platos a la basura porque eran incomibles… Y que tampoco me gusta ponerme delantal! Aunque últimamente, cuando me acuerdo, me obligo. Tampoco negaré que la mayoría lo he aprendido gracias a todos vosotros, que reconozco que habéis marcado un antes y un después y me habéis animado a seguir:
- La primera, por encima de todo, mi madre, que cada vez que hace una receta la hace diferente, pero siempre sale bueno! Es incapaz de darme una receta con cantidades exactas.
- Mis hermanas, que son muy diferentes cocinando, pero saco de cada una lo que me gusta.
- Luego está mi padre, que según mi hermana hace los mejores espaguettis, yo no los recuerdo, quizás por la diferencia de edad. Pero lo que sí me ha enseñado es a apreciar el buen aceite de oliva, el jamón de pata negra y los buenos restaurantes.
- Juanlu, mi pareja, con la persona que he aprendido más de cocina en los últimos meses que en toda mi vida. Ha sido cocinero y ha estudiado magisterio, así que os podéis imaginar, la combinación perfecta… Se unen sus ganas de enseñar con mis ganas de aprender, con su experiencia en la cocina… Cuando estamos los dos en la cocina, el reloj se para. Haber encontrado una persona con quien compartir esto, me ha hecho crecer como persona.
- Graci, la abuela de mi hija Erika. Ella cocina de maravilla, todo empezó con una tarta de manzana y luego vinieron más…
- Anna Mayer ha sido también un gran pilar para seguir haciendo esto y aprender de ella cosas que nunca imaginé.
- Claudia Beiza, mi ex-compañera de trabajo. Aún recuerdo esos cafés hablando de recetas en el bar que había junto a la oficina.
- Jéssica Ramos, que a veces inventa recetas con mucha cebolla o me baña la cocina entera de chocolate, pero a pesar de eso, para mí es la mejor amiga que se puede tener.
- Maribel, la tía de Jessi y ex-cocinera de Alcalá Tapas. Me encantan sus recetas, me encantan, me encantan. Es una de las mejores cocineras que he conocido!
- Y muchos más que han compartido recetas conmigo: Bárbara García, Pepi Parejo, Marta Costa, Jürgen Struck, Raul (Moro), Irene Méndez y su madre, Yusuf Abubakar, Alicia Miranda, Gerardo González, Malena la mujer de mi tío, Nacho Sánchez y su padre, Marcel, Segura, Chelo…
Y algunos más que siento no nombrar por preferir mantener el anonimato, es una pena para mí, pero sabéis que os lo agradezco también de corazón.
Y gracias también a aquellos que dejáis vuestros comentarios, ya sean para enseñarme, para criticarme o para tunear las recetas. Me hace muchísima ilusión cada vez que recibo un comentario vuestro. A todos… GRACIAS.